Es una enfermedad reumatológica de partes blandas que presentan síntomas dolorosos regionales con características particulares. Se trata de un mal que afecta tejidos fibrosos, como tendones, ligamentos y músculos, si bien es considerada una enfermedad reumática, no ocasiona ningún problema en las articulaciones.
¿Cuáles son sus síntomas?
Estado doloroso crónico generalizado.
Cefalea, rigidez.
Estado de sueño no reparador.
Algunos de los factores que pueden ser el desencadenante es el estrés y las cuestiones psicoafectivas. Realizando un tratamiento adecuado y con una buena relación médico-paciente se puede obtener resultados favorables.
Se aconseja hacer actividad física, más allá del uso de fármacos (cómo analgésicos) poder adoptar un programa aeróbico es importante y mejoran notablemente su calidad de vida.